Cómo organizar una oficina en casa

Esta semana queremos comentar las claves para definir un rincón de trabajo en nuestra casa. Cuando digo rincón de trabajo me refiero a una oficina en casa. Todo ello intentando conseguir un lugar con una estética agradable, que nos permita trabajar cómodos, sin atentar contra la decoración de nuestro hogar.

Con el paso del tiempo las maneras de trabajar se fueron modificando. Hoy, cualquier rincón de tu casa se pude convertir en una oficina: desde el garaje, pasando por un dormitorio o un comedor. Son espacios posibles de transformar.

Aquí, algunas ideas y reglas básicas para lograr un home office cómodo y práctico.

  1. DEFINIR EL ESPACIO

– Evitar las superficies que uses de forma continua: lo mejor es evitar la mesa de la cocina o del comedor, para no tener que estar moviendo objetos de un lado al otro. Tampoco es recomendable optar por superficies que no sean del todo cómodas, ya sea por su altura o por su tamaño.

– En el caso de tener pocos metros cuadrados, lo recomendable es armar el escritorio en un rincón que puedas volver invisible: el interior de un armario, un par de caballetes con una tabla o aprovechar un hueco debajo de una escalera. La idea es evitar que la oficina invada visualmente el resto del espacio cuando no se utilice.

– Es importante que la zona de trabajo tenga un límite virtual que lo separe del resto del ambiente para que no esté tan presente en horas de ocio. Se puede utilizar un biombo, una biblioteca o algún elemento divisor que pemitan bloquear la visión al escritorio.

2. CONSEGUIR PRACTICIDAD

– Para favorecer la concentración, el lugar elegido debe ser tranquilo, libre de ruidos y en lo posible que brinde privacidad.

– Es fundamental contar con buena iluminación natural y artificial.

– Planificar los espacios de apoyo y de guardar según el tipo de actividad que desarrolles: cajoneras, estantes, ficheros, etc.; con la idea de optimizarlos.

– No olvides proyectar la cantidad necesaria de enchufes, conexiones telefónicas y de Internet.

– Respetar y tener en cuenta la ergonomía del espacio de trabajo como: la altura de la mesa,  la altura del monitor, posición de los brazos, del mismo modo que de la posición de la espalda.

– El uso de una silla ergonómica es un aspecto muy importante. Una silla con ruedas hace que los movimientos resulten más articulados, del mismo modo que debemos escoger el mecanismo que más se adapte a nuestras necesidades.

3. LA APARIENCIA TAMBIÉN IMPORTA

– Para crear un rincón de trabajo confortable y que favorezca la concentración, lo mejor será apostar por colores fríos, pasteles o neutros.

– Utilizar un corcho, una pared con pintura imantada o chapa de zinc para tener bien a mano las notas.

– Un punto vital es que el espacio de trabajo resulte coherente con la ambientación del resto del ambiente.