Efectos de los colores en un ambiente de trabajo

Los colores más utilizados en las oficinas son el gris y el blanco por su conveniencia. Estos colores no resultan perturbadores para los trabajadores, pero tampoco estimulan su creatividad.
Aquí hay algunos ejemplos de los colores favorecedores para un entorno de trabajo:
 
Colores pastel: Los colores apastelados en tonos cálidos, como amarillo y salmón, favorecen un ambiente más humano y menos frío.
 
Marrón y beige: Los tonos terrosos tienen efectos relajantes en el ser humano, por lo cual pueden usarse en sitios en los que se busca contrarrestar el estrés.
 
Naranja: Este color favorece la interacción con los demás y la comunicación de manera informal. Los tonos durazno y terracota son recomendables para los trabajos en los que se requiere comunicar, escuchar, negociar y conciliar.
 
Amarillo: Es un color que estimula la actividad del cerebro y favorece la comunicación. Es recomendable para lugares en los que los trabajadores busquen incrementar su energía.
 
Azul: Es un color especialmente indicado para oficinas y lugares estresantes como salas de espera médicas, en donde se busca calmar el estado de ánimo de los ocupantes. También es apropiado para las personas que buscan creatividad y trabajan individualmente, como los escritores.
 
Verde: Favorece la creatividad, la concentración y la relajación, principalmente en un trabajo individual. Este color es especialmente útil para agencias de publicidad, y para zonas en las que trabajen diseñadores o músicos.
 
Blanco: Ayuda a la objetividad y al trabajo intelectual. Además, crea un ambiente de orden, calma y control.
 

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