El Trono de Hierro. Una silla más que codiciada

“La semana anterior había sido dura, después del largo viaje para llegar al nuevo destino donde desde ahora desarrollaría su actividad. El clima en esta época del año no era especialmente bueno pero el tiempo siempre es más templado en la costa. Esto también ayudaba a que la nueva ciudad tuviera mucha más vida que aquella de la que venía, donde reinaba el frío invierno. El nuevo clima se traducía en un murmullo constante y en una mezcla de todo tipo de olores. Se vistió con ropas más livianas, se sentía extraño y se dirigió hacía el edificio donde sabía que pasaría un día tras otro atendiendo al consejo -a su superior- y en fin, a todo el que tuviera algo que decir. El trayecto hasta la sala fue corto. Atravesó la puerta flanqueada por guardias y vio su destino al fondo. Cruzó el frío salón mientras era observado por más guardias que contenían a curiosos y solicitantes. Ascendió unos pocos escalones que lo elevaron del resto de la sala y tomó asiento, no sin antes recibir un corte en la palma de su mano derecha… de golpe recordaba quién era y dónde estaba: era La Mano del Rey, acababa de sentarse en el Trono de Hierro y ahora gobernaba los reinos de Poniente. Así pasaría los días desde ahora, sentado en ese trono que no le dejaría olvidar dónde se encontraba”

Después del gran éxito que ha tenido la adaptación televisiva de la obra Juego de Tronos, hay muchas posibilidades de que hayas recordado con el párrafo anterior la llegada de Ned Stark a Desembarco del Rey desde la fría Invernalia para ejercer como La Mano del Rey, aquel que gobierna como si fuera el rey para que éste último pueda dedicarse a otros asuntos. Este es uno de los eventos que pone en marcha la trama ideada por George R. R. Martin, autor de la obra original, donde varios grupos monárquicos luchan por el control del Trono de Hierro, el símbolo que representa el poder y el control sobre los Siete Reinos de Poniente.

George R. R. Martin comienza la serie Canción de Hielo y Fuego en 1.996 con la publicación en Estados Unidos del primer volumen, Juego de Tronos. En 1.997 gana los premios Locus y Hugo, y fue nominado para el premio Nébula. La versión traducida llega a España en octubre de 2.002. Hasta el momento son cinco los libros publicados, y mientras tanto el autor prepara su sexta entrega, Vientos de Invierno.

Por la extensión de las novelas, el autor se plantea que será necesaria una serie para llevar a la televisión Juego de Tronos, después de recibir propuestas para adaptar dos películas. Es en 2.006 cuando David Benioff y D. B. Weiss presentan el proyecto a la cadena americana HBO, que adquiere los derechos de producción en 2.007. Tras la emisión del episodio piloto en 2.011, se firma una segunda temporada con un presupuesto de 70 millones de dólares. Hoy en día estamos a la espera del estreno de la quinta temporada, y según parece se plantean llegar hasta la octava para continuar con películas adicionales con las que completar la trama todavía incompleta.

El deseo de controlar El Trono de Hierro marca el ritmo de las historias que aparecen tanto en la novela como en la serie de televisión, convirtiéndose por derecho propio  en un icono de la franquicia. HBO ha tenido varias réplicas de esta silla dando vueltas por el mundo para los diferentes eventos de promoción y así hacer las delicias de los millones de fans. Incluso se ha puesto a la venta una versión de casi dos metros de alto en fibra de vidrio y resina por aproximadamente 28.000 €, para que podamos sentirnos en el salón de nuestra casa como si gobernáramos Poniente a nuestro antojo.

Ned Stark sentado en el Trono de Hierro. Imagen promocional de Juego de Tronos

George R. R. Martin, en su blog, reivindica que el diseño planteado por HBO para la serie es genial, le encanta y se adapta a las necesidades de la misma, pero deja claro que esta es la versión de la serie y no la versión del trono que él imagina cuando escribe. Para él ha resultado especialmente frustrante que desde que en 1996 se publicó el primer libro de Canción de Hielo y Fuego, docenas de artistas han representado el trono, dando lugar a docenas de versiones diferentes. En sus propias palabras:

“He dicho en repetidas ocasiones que el Trono es gigantesco. Sobresale de la habitación como una gran bestia. Y es feo. Es asimétrico. Está construido por herreros no por artesanos y expertos en fabricación de muebles. Tienes que andar los escalones de hierro, y cuando un rey se sienta está como a tres metros sobre los demás… Está en una posición elevada mirando desde arriba a todos los demás”

 
A pesar de que Martin reconoce que para millones de seguidores de la serie la versión televisiva es y será el trono por excelencia (incluso admite que es más verosímil que el suyo aunque no esté realizado realmente en hierro), para su libro ilustrado The World of Ice & Fire contó con la ayuda del ilustrador Marc Simonetti, con el que trabajó sobre diferentes versiones hasta llegar a una que el autor dice poder usar como referencia para futuras consultas sobre el trono.


El Trono de Hierro por Marc Simonetti 

En esta versión sí podemos apreciar la crudeza de las descripciones propuestas por Martin, donde la silla de metal es brutal desde un primer vistazo, despertando terror y admiración a partes iguales, fabricado con miles de espadas, sin permitir reclinarse a quien se siente en él. No debe olvidar dónde está sentado.

Como el autor reconoce, llevar a la pequeña pantalla esta representación habría consumido por si sola el presupuesto de producción de un episodio completo, además de los numerosos problemas logísticos que habría generado a la hora de encontrar un salón adecuado a su tamaño.  

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *